Filosofándonos

"Si es necesario filosofar, es necesario filosofar. Si no es necesario filosofar, de todos modos es necesario filosofar, porque sólo filosonfando se puede demostrar la necesidad de prescindir de la filosofía". Agustín de Hipona.

lunes, marzo 29, 2010

AUTOENGAÑÁNDONOS

Vos lo creíste, yo lo creí… hasta que nos encontramos. De frente. Cara a cara.

Y allí por un largo tiempo (esa fugacidad de un instante) nos contemplamos en silencio. Lo sabíamos. No había lugar para las palabras.

Un letárgico suspiro sería la fidedigna señal del fin. Pero mientras tanto debíamos resistir, no debíamos cerrar los ojos. Pero sólo había un detalle: quizá nunca los tuvimos abiertos.

7 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Ciegos y mudos: así son los instantes del amor a veces.

Adriano dijo...

Genial. Cuando la vida cabe en un par de párrafos. Nada, algo, todo. La vida misma. Ni más ni menos.

Terapia de piso dijo...

La fugacidad siempre te deja la estela de la incertidumbre. Siempre.

Saludos, Alejandro.

José Roberto Coppola

Majo dijo...

Esa última frase... esa lo resume todo...

Besets.

Rosa María dijo...

El autoengaño es en ocasiones la válvula que nos alimenta la ilusión en el momento que todo parace imposible. Pero hay que ser consecuentes que al despertar a la realidad, el golpe de emociones rotas puede ser muy, muy fuerte.
Un abraciño,
Rosa María

Anónimo dijo...

pinto el amor y el desangaño entre tanta filsofia?

muy bueno y real

Mista Vilteka dijo...

Sólo te veo mirarme cuando no te veo.