Ya no ofrecen resistencia mis palabras, todo lo que hay en ellas no es más que realidad, pero una realidad corrupta en su intento de evadirse, de pretender no formar parte; pero ya lo es y lo único que marca la diferencia son algunas metáforas teñidas de ilusiones que aún creen llevar el control.
Ser concientes no nos hace ser mejores, sentir culpa, arrepentirse e incluso ser perdonados tampoco.
El triunfo de la condena no está en quitarnos la libertad, sino en arrojarnos en ella y que allí veamos que nada estará en nuestras manos.
domingo, noviembre 22, 2009
domingo, noviembre 15, 2009
CONCIENCIA
Ser concientes quizá sea la mayor libertad a la que se pueda aspirar. La conciencia nos hace saber de lo efímero y fugaz en lo cual nuestra vida transcurre; nos hace saber del sentido de cada instante, aunque también del instante de cada sentido.
Ser concientes quizá sea la mayor paradoja que se pueda poseer. La conciencia nos hace saber de todo aquello que está en nuestras manos, pero también de aquello que inexorablemente perdemos.
En ese momento me costó comprender tus palabras, si todo cuanto pudiera ser nuestro horizonte se encontraba donde pudiésemos mirar. Pero no era en la inmediatez de las vanas certezas donde contemplabas, sino más bien donde ahora nos encontramos.
Tus palabras no fueron la anticipación de alguna decisión en gesta, sino más bien la conciencia de aquello inevitable: “no me olvides”.
Ser concientes quizá sea la mayor paradoja que se pueda poseer. La conciencia nos hace saber de todo aquello que está en nuestras manos, pero también de aquello que inexorablemente perdemos.
En ese momento me costó comprender tus palabras, si todo cuanto pudiera ser nuestro horizonte se encontraba donde pudiésemos mirar. Pero no era en la inmediatez de las vanas certezas donde contemplabas, sino más bien donde ahora nos encontramos.
Tus palabras no fueron la anticipación de alguna decisión en gesta, sino más bien la conciencia de aquello inevitable: “no me olvides”.
domingo, noviembre 08, 2009
LA PERPETUA NADA DE UN INSTANTE
No nos queda lugar a donde ir, ni mucho menos a donde volver.
No nos queda camino por recorrer, y lo peor aún, ni siquiera nos queda camino recorrido.
Un solo instante basta para que todo se desvanezca.
Un solo instante basta para darnos cuenta de la nada en la que nos hallamos.
No nos queda camino por recorrer, y lo peor aún, ni siquiera nos queda camino recorrido.
Un solo instante basta para que todo se desvanezca.
Un solo instante basta para darnos cuenta de la nada en la que nos hallamos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)