Filosofándonos

"Si es necesario filosofar, es necesario filosofar. Si no es necesario filosofar, de todos modos es necesario filosofar, porque sólo filosonfando se puede demostrar la necesidad de prescindir de la filosofía". Agustín de Hipona.

martes, agosto 28, 2007

Acerca de la filosofía

¿Para qué servirá la filosofía?, ¿sólo para dejarnos algunas frases ingeniosas o relatos de ensueños que se entrelazan a lo real?, ¿sólo para cuestionar y dudar de hasta nuestros cuestionamientos y dudas?

¿Es la filosofía una condena? ¿Refleja o puede acercarse a la verdad (si es que la hay), o es tan sólo su perspectiva una paradoja que le es inherente?

La filosofía nos invita e insita al pensamiento, ¿pero cuál es el límite de este?, ¿hasta dónde puede llegar?, ¿cómo saber que no se ha pasado?

¿Será la filosofía el intento de explicitar una realidad que nos subyace? ¿Cuánto de lo encontrado no será sólo producto de lo buscado? ¿Seremos nosotros mismos filosofía?, ¿quién hace o constituye a quién?

Pero antes de todo: ¿qué es la filosofía?, ¿es sólo algo?, ¿lo es todo?, ¿será nada? ¿Y qué será lo demás?, ¿puede haber demás?

¿Es la pregunta filosófica su misma respuesta, quizá la única posible?, ¿se buscan respuestas?, ¿hasta dónde se las puede conservar?

miércoles, agosto 08, 2007

Acerca de ser uno mismo

¿Qué es ser uno mismo? ¿Se nos es posible salirnos del mundo para no estar influenciado por este y de esta manera ser nosotros?

¿Se es uno mismo mientras somos con los demás? ¿Hasta qué punto los demás también nos hacen, nos constituyen?

¿Ser uno mismo es solamente escucharnos a nosotros? ¿Dejamos de ser nosotros por escuchar a los demás?

Todo interrogante invita a una respuesta, pero no todo respuesta debe ser extrema, única, sin más posibilidades que ella misma. A veces lo mejor posición adoptada es aquella que no se define, aquella que siempre queda abierta a una nueva variante, a una nueva posibilidad.

En nuestra búsqueda de ser uno mismo, mucho hay para aceptar, aunque también para rechazar.

Ser uno mismo es una equilibrada rebelión, un equilibrado y constante desafío, ser uno es un inconmensurable arte.

Ser uno es la voz que no se impone, pero tampoco calla, hallar libertad en los límites, es ser nuestros caminos aun ya en caminos.

Ser uno quizá no es sólo enfrentarse a qué somos, sino también a qué y/o para qué queremos ser.