Ser concientes quizá sea la mayor libertad a la que se pueda aspirar. La conciencia nos hace saber de lo efímero y fugaz en lo cual nuestra vida transcurre; nos hace saber del sentido de cada instante, aunque también del instante de cada sentido.
Ser concientes quizá sea la mayor paradoja que se pueda poseer. La conciencia nos hace saber de todo aquello que está en nuestras manos, pero también de aquello que inexorablemente perdemos.
En ese momento me costó comprender tus palabras, si todo cuanto pudiera ser nuestro horizonte se encontraba donde pudiésemos mirar. Pero no era en la inmediatez de las vanas certezas donde contemplabas, sino más bien donde ahora nos encontramos.
Tus palabras no fueron la anticipación de alguna decisión en gesta, sino más bien la conciencia de aquello inevitable: “no me olvides”.
domingo, noviembre 15, 2009
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4 comentarios:
Pero qué libre se siente uno también cuando actúa inconscientemente.
Una abrazo, Alejandro.
José Roberto Coppola
la conciencia es lo único que nos queda cuando nos quedamos realmente a solas
un abrazo
Ya lo dijo Hume: sómos nuestras sensaciones. Y si en algún momento dejamos de ser conscientes de ellas, como en un sueño profundo, es como si no existiéramos...
Para mí ser consciente es como abrir una jarrón de café y saber que es café y no un pedazo de tierra de algún bosque olvidado por otros mares... quiero decir, bueno, en realidad ocurre que inconscientemente... es que, sí, bueno... ja.
"No me olvides..."
Esas palabras son muy chocantes para el alma. Yo prefiero decir: "recordame con los ojos abiertos, y también con el sueño despierto".
Un abrazo musical.
Paz.
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