Filosofándonos

"Si es necesario filosofar, es necesario filosofar. Si no es necesario filosofar, de todos modos es necesario filosofar, porque sólo filosonfando se puede demostrar la necesidad de prescindir de la filosofía". Agustín de Hipona.

sábado, mayo 31, 2008

Acerca de la inspiración

Decir que alguien se inspire pareciera remitirnos a ese estado creador en el que el escritor, el orador o el artista, “ve”, “siente”, u “oye”, de manera repentina o inesperada ciertas ideas, a las que por lo general no hubiera llegado, o por lo menos no hubiera concebido de esa manera.

La inspiración no es sólo tener esas ideas girando en torno a uno, sino también es una especie de impulso a querer plasmarla de algún modo. La inspiración es entender también ese ánimo que lleva a realizar un trabajo. Uno puede requerir inspiración ya no para vislumbrar una idea ingeniosa, sino para llevar a cabo de una manera ágil y sencilla lo que quizás en otro momento se tornaría arduo.

Otra cuestión que se puede hacer notar es que la inspiración no pareciera llegar a todos por igual, no en cuanto al tipo de ideas, sino a la cantidad, lo que nos podría llevar a decir que pareciera que hay personas que casi siempre cuentan con una reserva de inspiración. Sin duda que la cantidad no hace a la calidad, pero a veces es la perseverancia lo que hace al logro, y ésta se da en los múltiples intentos, y no tanto en los a veces fortuitos aciertos.

Esto último dicho nos lleva a otro tipo de planteo, que a su vez también nos sirve para hacer más explícita la poca inspiración de la inspiración: ¿es la inspiración un acontecimiento fortuito e incluso azaroso?

La inspiración es el punto culmine de quien constantemente trabaja, ideando, proyectando, imaginando. Si la inspiración “simplemente llegara” cualquiera debería poder iniciar un acto creador de la nada, pero no es así. Una lluvia de manzanas no daría como resultado a un centenar de Newtons.

Uno se puede inspirar en lo que ve o en lo que oye, pero lo visto u oído no contiene a una idea, sino que lo visto u oído es un camino para ir a esa idea. Y así la inspiración puede estar en donde sea, en cada cosa que es vista u oída. Lo que al acto creador le falta no es inspiración, sino personas que logren verla en lo cotidiano, en el entorno. Y se logra verla cuando uno más insiste en lo que hace; lo que se ve puede ser a una persona más inspirada que otra, pero lo que es resulta ser una persona más compenetrada en su labor que otra.

La inspiración no es un azar del trabajo, sino una consecuencia del mismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay quienes sus estados de creacción son mucho más intensos y fecundos que los de cualquier perseverante que intenta suplir con esfuerzo lo que no alcanza por 'inspiración'... Será por confundir 'oficio' con 'vocación'...
Un saludo!

Adriano dijo...

Yo creo que la inspiración es algo que va surgiendo en mentes con inquietudes; y que tiene su realización cuando las mismas ejecutan una determinada acción en pos de darle sentido a ese sentimiento que los ha abrazado a tal punto de generar ideas.

Un gran saludo. Hacía bastante no pasaba por aquí.

Al nivel del suelo dijo...

A veces cualquier momento es bueno para inspirar, abstraer y generar pensamientos o acciones interesantes, como paraechar fuera todo lo que arrastramos..
Enhorabuena por el escrito.


http://lalipaco.blogspot.com/