Ante el desconcierto de la libertad cualquier señal es un buen amparo en el cual sustentar cualquier decisión; el temor que produce la libertad no es tanto a ser dueños de nuestros propios errores, sino directamente a ser dueños de nosotros mismos, de todo cuanto podamos hacer. Y ante esta situación cualquier autoengaño es un consuelo, una falsa repartición de proporción de responsabilidades.
Pero ser libres no es algo que todos puedan ser, o mejor dicho, no es algo a lo que todos se animarían a aspirar, y por ello la libertad no es algo simplemente hallado; la libertad es una búsqueda muchas veces incierta, iniciada por un aún más incierto indicio, que a veces en fugaces destellos no proporciona una respuesta, sino que sutilmente sugiere una duda.
viernes, diciembre 05, 2008
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4 comentarios:
Considero, a la libertad,una simplemente palabra,como la felicidad; ya que en ambas se trata de llegar a ello, y creo que siempre vamos a considerar que nunca terminamos de serlo.
atte
condenados a ser libres y la angustia q esa responsabilidad conelleva, ya lo dijo el franchute...
A mi me sugiere dudas, y mucho miedo. La verdad es que la libertad en mí me la imagino en un sin este cuerpo caduco que tengo. Esa sería mi verdadera libertad. Saludos!
Todos pueden se libres, pero no todos saben serlo.
José Roberto Coppola
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