Ideal y realidad a veces es una peligrosa combinación, pero también necesaria para quien la convicción no acepta excusas.
La realidad es una puesta a prueba, una delimitadora de delirio, pero, como buena usurera, también estafa y corrompe.
A veces conformarse no es una opción, sino simplemente un camino; pero lo que no cambia es el elegir caminar.
El conformarse puede ser tanto una instancia como un destino, un hospedaje en medio del camino o un hogar permanente.
Conformarse es la derrota con uno mismo, es no haber sido vencido, sino haberse dejado vencer.
Ningún éxito está asegurado, al igual que tampoco lo está ningún fracaso.
sábado, diciembre 22, 2007
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5 comentarios:
Me gustó tu escrito sobre todo la frese final... Me hizo acordar a algo que escribi sobre el resignarse...hace algún tiempo atrás.
un beso
Concuerdo en parte...pero en otra no...A veces el espíritu inconformista deviene en una obsesiva pretensión de éxito...Pero por otro lado pienso que tampoco es tan malo siempre aspirar a más...O sea...me cuesta tomar posición, pero estoy más cercano a repudiar ese espíritu codicioso que a veces se deriva de la disconformidad. Un gran abrazo y felicidades!
La realidad me ha puesto a preuba varias veces al enfrentarme con bonetes que no dejaban de asediarme con cada incoherencia absurda que decían.
Todo un desafío.
http://bonetes.blogspot.com/
Nuestra proyección siempre transpasa el plano de la Realidad, pero que maravilla cuando lo 'obligamos' a avanzar....
Un saludo, Alej!
Detenerse en el es del conformarse es como sacarle una foto al rio del que hablaba Heráclito y decir que ese "es" el rio...
Es todo una cuestión de perspectiva... Igual me quedo con una noción de instancia, un lugar pasajero... un hospedaje como decis vos.
Saludos!!!=)
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