No es necesario nombrar a ciertas cosas para poder mencionarlas.
El revés de cada palabra silenciada hoy se torna más letal que el que las esgrimidamente dichas.
Y nuevamente serán las certezas las que más desconcierten, anhelándose lo incierto, en lo que, de una forma u otra, todo estaba protegido.
sábado, abril 03, 2010
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